Con motivo de la inminente publicación de un libro que escribí en el año 2015, he decidido hacer escrituras periódicas que me ayuden a generar interés en el libro y en los libros que están por venir. Digo inminente porque, a pesar de ser un sueño que tenía desde niña, una parte de mí está petrificada de pensar que personas que no me conocen van a leerlo. ´Mi miedo más grande es que la gente piense que perdieron su tiempo leyéndolo,´ le dije a alguien recientemente. Ahora no pienso así porque todos somos un planeta diferente y el libro tiene muchos ingredientes, quizás no termine siendo su plato favorito y no vuelvan al restaurante pero los ingredientes son honestos, no es comida procesada, así que es alimento para el alma.
Escribir siempre ha sido una forma de procesar mis emociones y quizás por eso postpuse durante tantos años la publicación de un libro o tomarme en serio como escritora, sentía que no sólo se mostraba información sobre mi vida sino también sobre la vida de los que me rodean y eso podía herirlos.
La Última Margaret Keane compila información y sentimientos que tuve durante relaciones con diferentes personas. Está escrito en un formato de diario íntimo e incorpora poemas de otros momentos de mi vida que intenté organizar a través del libro de forma que aportaran a la historia central.
Ahora estoy explorando otras maneras de escribir. No puedo no hacerlo pero tampoco quiero que siga siendo sobre mí vida y mis relaciones. Este es otro punto que me genera dificultad, ¿es mi vida interesante para quiénes no me conocen? ¿qué tengo yo para compartir que pueda ser de valor para otros? Pero de nuevo, los ingredientes son de verdad, los sentimientos, buenos y malos, son de verdad y la introspección que comparto puede ser un punto de partida o quizás de compañía para otros en situaciones similares.
Siempre las dudas, la duda interna (¿soy buena o no? ¿voy por buen camino o no?), la duda externa (¿esto lastima a los que me rodean? ¿quienes no me conocen no lo van a entender?), la duda profesional (¿es esto literatura? ¿vale la pena?). Pero siempre el deseo innato por encima de las dudas, la imposibilidad de parar, la necesidad de seguir y en el momento en que se juntan cuatrocientas páginas, la duda que lo resuelve todo: ¿porqué no?
Como dijo Mark Twain, el coraje es resistencia al miedo, control del miedo, no susencia de miedo.
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